El patinaje y hockey sobre hielo son populares por una razón: es muy divertido deslizarse sobre el hielo a altas velocidades. Cuando estás en un vehículo y la carretera está cubierta de hielo, por otro lado, no es tan divertido.
La conducción en nieve y en hielo tienen muchos parecidos. En estas instancias, por ejemplo, deberías conducir cuidadosa y establemente, evitando cualquier aceleración o frenado rápido. Cuando se trata de aprender a cómo conducir en condiciones de carretera con hielo, hay algunas cosas para tener en mente.
La nieve es simple de notar, la que es uno de los contrastes clave entre la nieve y el hielo. El hielo negro, por otro lado, se camufla de forma tan sutil con el color de la carretera que frecuentemente no es visto hasta que es muy tarde. Usar el termómetro del coche como referencia es una buena idea. Si la temperatura ambiente en el aire está cercana a la congelación, debes emplear precaución extrema.
Cuando se está conduciendo en condiciones con hielo, deberías dejar tanta distancia como sea posible entre tu coche y el que está al frente. Esta podría ser cinco veces más que las que si estuvieras conduciendo en carreteras secas. De manera que, si regularmente te detienes a 23 metros mientras estás conduciendo a 30 mph en un día despejado, parar a la misma velocidad en hielo te tomará al menos 230 metros.
Si te encuentras con un parche de hielo y comienzas a deslizarte, dirige el volante en la misma dirección que la que las ruedas traseras del coche se están deslizando. Gira el volante hacia la derecha si la parte trasera del coche se está moviendo en la misma dirección que tu hombro derecho. Dobla hacia la izquierda si la parte trasera se está deslizando en la misma dirección que tu hombro izquierdo. Nunca quites las manos del volante o pisotees con tu pies el freno, dado que esto puede causar que las ruedas se bloqueen.
Las tormentas de granizo pueden estar acompañadas de condiciones con hielo. Debido a que pueden reducir la visibilidad, es una buena idea detenerse al costado de la carretera si es seguro hacerlo, preferiblemente detenerse en un lugar protegido, como bajo un puente. Dirige el coche hacia los granizos de manera que el total de la fuerza aterrice en el parabrisas en vez de las ventanas traseras o laterales. Otras ventanas no pueden protegerte tan bien como el parabrisas. Antes de regresar a tu viaje, espera que los granizos se amainen.
Porta un teléfono cargado en todo momento de manera que puedes avisar a otros si es que el coche deja de funcionar.